Adaptación de la novela de P.D. James, que se ubica en Londres en el año 2027, con la amenaza latente de extinción del mundo debido a la infertilidad generalizada de las mujeres - no ha nacido ningún bebé en los últimos 18 años -. Las naciones de África y del Este de Europa, a falta de recursos, se han colapsado y su población emigra a los países ricos en busca de trabajo. Éstos por su parte cierran sus fronteras y se dan por doquier manifestaciones de grupos que se rebelan contra el sistema. En ese clima de incertidumbre, Theo (Clive Owen), un desilusionado ex activista convertido en burócrata, es requerido por su ex esposa, la revolucionaria Julian (Julianne Moore) y forzado a encarar sus demonios interiores para proteger y llevar a buen puerto la única esperanza de la humanidad: una joven migrante (Claire-Hope Ashitey) que inesperadamente ha quedado encinta.
La premisa apocalíptica es atractiva, especialmente porque los temas que trata son muy actuales: el descenso demográfico de muchos países, las profundas desigualdades sociales, el problema de la migración, la violencia, la deshumanización y, como resumen de todo ello, una lacerante falta de esperanza. El destino es incierto para la humanidad que, como lo sugiere simbólicamente una escena de la cinta, en una barca maltrecha busca entre la niebla llegar a buen puerto.
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